El presidente Andrés Manuel López Obrador, quien desde el inicio de la pandemia se ha negado a usar cubrebocas en público, dijo esta mañana que solo lo usa donde es una norma pues no se ha demostrado científicamente que ayude a frenar la propagación del Covid-19.

"No quiero yo entrar en polémica en este tema, si se considerara que con esto se ayuda entonces lo haría, pero no es un asunto que esté científicamente demostrado", dijo el presidente a quien se le ha visto usando cubrebocas en sus últimos viajes en avión.

"A mí tanto el doctor Jorge Alcocer, como Hugo López-Gatell (secretario y subsecretario de Salud) me han dicho que no necesito cubrebocas si mantengo la 'sana distancia'. En los lugares donde sí es necesario o es una norma, por no decir obligatoria, pues ahí me lo pongo. En el avión lo piden, me lo pongo en el avión", indicó el mandatario.

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Señaló que en su oficina, donde recibe visitas constantemente, tampoco usa cubrebocas. "Lo que hacemos es mantener la 'sana distancia', no quiero entrar en polémica sobre este tema".

El mandatario además aseguró que "la pandemia está perdiendo fuerza poco a poco", un día después de que la Secretaría de Salud anunciara el pico más alto de casos de Covid-19 reportados en un día hasta ahora, al sumar 8 mil 438 contagios.

"Ha sido muy doloroso lo que ha pasado con pérdida de vidas humanas pero ya hay indicios de que va bajando", dijo.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó a las personas, desde el pasado 5 de junio, usar cubrebocas de tela en lugares donde no puedan mantener el distanciamiento social, como el transporte público, tiendas o espacios cerrados concurridos.

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La recomendación del uso de cubrebocas al público en general se dio en una actualización de la Guía de Consejo sobre el uso de cubrebocas de la OMS.

De acuerdo con el Instituto de Métricas y Evaluación de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, si el 95% de la población hiciera uso del cubrebocas, se podrían reducir las muertes estimadas por el virus en todo el mundo.

“Los cubrebocas de tela, ya sean caseros o comerciales, pueden reducir las infecciones en un 33% y retrasar la propagación del Covid-19” según su análisis.