Por Ana Lucía Hernández
En pleno desabasto de medicamentos y aumento de violencia contra las mujeres, hace unos días el Congreso, con el impulso de la mayoría de Morena, aprobó limitar al 7% del ingreso anual las deducciones fiscales de quienes busquen dar dinero a organizaciones no gubernamentales.
Las asociaciones y colectivos ciudadanos lo dicen claro: con este recorte, su trabajo no tendrá el mismo impacto, ayudarán a menos personas y, en algunos casos, se les estará condenado a la desaparición. Esta asfixia en su operación afectará directamente a miles de personas en todo el país que desde hace años no son atendidos por ningún gobierno y sólo reciben ayuda de la sociedad civil organizada.
También ve: Cárceles mexicanas, con subregistro de contagios y muertes por Covid: activistas