Por Mario Gutiérrez Vega
Con cinco mesas de votación para los 6 mil empleados de la planta General Motors de Silao, este martes comienza un inusual proceso de consulta en la vida sindical de México.
Los trabajadores de esta armadora de vehículos, ubicada en Guanajuato, decidirán si respaldan o rechazan su contrato colectivo de trabajo bajo la vigilancia de observadores del Instituto Nacional Electoral (INE) y de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Por primera vez, funcionarios del INE estarán inmersos en una votación sindical que inicia hoy a las 12:00 horas y concluye mañana miércoles a las 20:00 horas, de acuerdo con la convocatoria emitida por el Sindicato Manuel Trujillo López, afiliado a la Confederación de Trabajadores de México (CTM).
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El grupo de aproximadamente 40 observadores independientes estarán en el escrutinio de sufragios y en toda la jornada de votación, que se realizará dentro de la planta de General Motors y en horario continuo para abarcar los tres turnos de trabajo. El resultado se dará a conocer a más tardar el jueves.
El proceso también es inédito porque sucede bajo el "mecanismo laboral de respuesta inmediata" del Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
La votación para legitimar este contrato colectivo de trabajo ya había ocurrido el 20 y 21 de abril, pero la Secretaría del Trabajo encontró irregularidades en el proceso, como manipulación de boletas y desaparición de papelería.
Además, un grupo de trabajadores de la General Motors acusó que se estaba violando su derecho de representación político-sindical y acudió a instancias internacionales para que se activara el "mecanismo laboral de respuesta inmediata" del T-MEC con el fin de reponer la votación.
La Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos pidió revisar el proceso de legitimación y la AFL-CIO, la central obrera más grande de Estados Unidos, manifestó su preocupación por lo sucedido en abril.
Con estos antecedentes, la votación de hoy y mañana en la planta de General Motors será vista con especial interés por los sindicatos estadunidenses.
Acusan intromisión del gobierno federal
El Sindicato Manuel Trujillo, a través de su secretario Tereso Medina Ramírez, ha alertado sobre la injerencia del gobierno federal en el proceso de votación y la influencia que pretende ejercer Estados Unidos en la vida gremial mexicana.
El líder sindical asegura que a través del envío de inspectores de la Secretaría del Trabajo se busca coaccionar el voto y que su organización ya no lleve la titularidad del contrato colectivo de trabajo.
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La convocatoria para este proceso de votación, firmada por Medina Ramírez, señala que "si la mayoría de los trabajadores respalda el contrato colectivo, éste mantendrá su vigencia y el sindicato titular seguirá representándolos en futuras revisiones de salarios y prestaciones. Si la mayoría rechaza el contrato colectivo, éste se dará por terminado, pero se conservarán las mismas prestaciones y condiciones laborales".
En los acuerdos establecidos dentro del T-MEC se establece que antes de 2023 los sindicatos de empresas con inversiones en los países miembros deben realizar acciones para garantizar la democracia y el respeto a los derechos humanos de los trabajadores.
El gobierno de Estados Unidos también ha planteado una agenda que busca alentar la democracia y el respeto de los derechos humanos en los sindicatos mexicanos.