José Luis Díaz/ colaboración especial para Latinus
Cerca de mil balazos dispararon a Hipólito Mora y sus escoltas para asesinarlos ayer por la mañana, según pudo conocer este medio de comunicación.
Una vez que se practicaron las autopsias de ley trascendió también que al momento de que la camioneta de Hipólito se estaba incendiando, producto de la explosión de las granadas de fragmentación, el fundador de las autodefensas tuvo que salir de ella para tratar de salvarse, pues ya parte de su cuerpo iba en llamas.
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Pero en ese momento, Hipólito Mora recibió un balazo en la cabeza y murió de forma instantánea.
Asimismo, se supo que uno de sus escoltas presentaba tres balazos en la cabeza y, una vez que lo mataron, los homicidas le prendieron fuego, mientras que a un segundo policía tenía dos impactos, y al tercer agente le dieron un tiro en la cabeza.
Personal especializado en materia pericial embaló en el lugar de los hechos cerca de mil cartuchos percutidos calibre 7.62×39, tipo AK-47 "Cuerno de chivo", .223 tipo AR-15 y G-3, de los que utiliza el Ejército mexicano.
Primero fue el hijo de Hipólito, Manuel Mora, quien murió el 16 de diciembre del 2014. Ese día peleó con delincuentes que ya buscaban a su padre para asesinarlo, ahora en lo que fue el tercer ataque en su contra, Hipólito fue abatido a mansalva por los sujetos armados que estaban parapetados en diferentes puntos.
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En La Ruana se percibe un ambiente tenso. El 24 de febrero del 2013, Hipólito se levantó en armas para pelear por su pueblo, por su gente y contra "Los Caballeros Templarios".
Después de 10 años y cuatro meses, Hipólito siguió pidiendo la ayuda de los gobiernos federal y estatal para que entraran a su pueblo y acabaran con el grupo delictivo que opera en esta localidad, sin embargo, lo único que le recomendaban era que ya no regresara a su pueblo.
El cuerpo de Hipólito y sus escoltas fueron entregados a sus familias para darle el último adiós, mientras que la Fiscalía de Michoacán ya inició las investigaciones tendientes al total esclarecimiento del caso.
El presidente Andrés Manuel López Obrador negó este viernes que hubiera casquillos que correspondieran con los que utilizan las Fuerzas Armadas. "Llegaron a sostener que las balas, por ejemplo, eran del Ejército y es completamente falso, fueron muchos tiros, casi mil, y los calibres no tienen nada que ver con los que utiliza el Ejército", afirmó.