El encuentro entre Caracas FC y Deportivo Táchira, uno de los clásicos más importantes del futbol venezolano, se suspendió el martes en el minuto 81 debido a la violenta irrupción de un grupo de aficionados del equipo local que saltaron a la cancha para encarar a sus jugadores y reclamarles agresivamente por la derrota 0-4 que sufrían en ese momento.
El duelo celebrado en el Estadio Olímpico de la UCV se suspendió luego de que varios seguidores del Caracas FC ingresaron a la cancha sin problemas, dirigiéndose directamente a encarar a los futbolistas.
En videos que circulan en redes sociales se observa a los sujetos avanzar sin ser detenidos por la seguridad del estadio. El capitán Rubert Quijada, Edwuin Pernía y Luis Casiani fueron los jugadores que más confrontaron, pero los reclamos pronto se convirtieron en agresiones y comenzaron a recibir empujones.
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La situación que rápidamente sale de control obligó al árbitro a suspender el partido de manera indefinida. Ante la llegada de más aficionados, los jugadores corren a resguardarse en sus vestuarios y son perseguidos, creando un caos en la cancha.
La tímida y limitada respuesta de la policía en el estadio no impidió que los individuos destruyeran el sistema de VAR. Sorpresivamente no se reportaron heridos.
REACCIÓN
La Federación Venezolana de Futbol y la Liga Venezolana (FUTVE) emitieron un comunicado conjunto en el que rechazaron enérgicamente la violencia y los actos de intimidación hacia los jugadores.
En el texto, se calificó de “reprobable” el comportamiento de los aficionados y se advirtió que no se tolerarán tales actitudes. Además, ambas entidades anunciaron que se iniciará una investigación para determinar las responsabilidades de este suceso y evitar que se repitan incidentes similares en el futuro.
Jorge Silva, presidente del Deportivo Táchira, también expresó su indignación por el hecho. En entrevista con medios deportivos, Silva criticó la “seguridad completamente mediocre e irresponsable” en el estadio y lamentó que no se tomaran las medidas de protección adecuadas en un clásico, señalando que cualquier evento deportivo de esta magnitud requiere una vigilancia estricta.