El exgobernador de Chihuahua, José Reyes Baeza Terrazas, aseguró la mañana de este martes que es víctima de una venganza política y dijo que la Unidad de Investigación Financiera (UIF) no le notificó del congelamiento de sus cuentas.
Reyes Baeza indicó que fueron las instituciones bancarias las que le comunicaron desde la tarde del lunes que no podría tener acceso a las cuentas.
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El exgobernador de Chihuahua dijo que no ha recibido una notificación oficial de su situación legal o del motivo para congelar sus cuentas, por lo que aseguró que se trata de una represalia por haber participado en las protestas en la presa La Boquilla.
Reyes Baeza dijo que desde 2017, fecha en que estuvo al frente del ISSSTE, no ha tenido cargos públicos y no ha sido objeto de ninguna auditoría por su gestión.
Santiago Nieto, titular de la UIF, publicó en su Twitter que el congelamiento de las cuentas de Reyes Baeza fue por el desvío de 129 millones de pesos en la Estafa Maestra y no por el conflicto del agua en Chihuahua.
De acuerdo con la UIF, Reyes Baeza habría realizado movimientos financieros irregulares entre el ISSSTE y una universidad estatal, que benefició a empresas propiedad de Francisco Javier Ramírez, un amigo del exgobernador.
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"En el período de enero a agosto de 2014, Fovissste otorgó 5 convenios a la universidad estatal, por un total de 129 millones de pesos. En la revisión de la cuenta pública de 2014 efectuada por la ASF, se identificó que la universidad estatal no contaba con la capacidad para realizar las operaciones pactadas en los convenios de referencia, por lo que la misma subcontrató los servicios a entidades mercantiles que fueron identificadas como ‘empresas fantasma‘”, dice el documento.
De acuerdo con la información de la UIF, la Universidad contrató servicios por un total de 110 millones de pesos y se quedó con 19 millones de pesos como comisión por fungir como intermediaria entre Fovissste y las empresas fantasma. José Reyes Baeza fue gobernador de Chihuahua durante el periodo de 2004 a 2010. Además, de 2015 a 2018 se desempeñó como director general del ISSSTE.